Tuesday, December 28, 2010

Pensar que el arte sobrevive gracias a las instituciones o al sistema del arte es pensar de una forma bastante pobre el arte. Yo diría que más bien el arte sobrevive a pesar del sistema del arte y el estatismo que éste promueve. Estatismo disfrazado de movimiento perpetuo; movimiento hacia lo invariable y hacia 'siempre lo mismo'.
Pienso que si galerías y museos dejaran de existir el hombre seguiría haciendo arte, y posiblemente mucho mejor que aquel que, con sus contadas excepciones, resulta tan absolutamente aburrido en la oferta que encontramos hoy en día.
A los artistas actuales les hace falta pensar mucho menos, en un talante pragmático, sobre como funcionaran sus piezas frente al público o frente al mercado del arte y mucho más sobre la verdad que sus piezas tratan de expresar.