Tuesday, December 23, 2008



fotografías de Andreas Gursky

Es parte de la retorica mediática actual el hacernos creer que la gran crisis ambiental en la que vivimos es un desenlace obvio de la civilización humana y tan solo una etapa pasajera a la cual lograremos adaptarnos. En los hechos deberíamos estar conscientes de que el desastre hacia el cual nos estamos acercando no se ha producido a lo largo de los más de 60 siglos de civilización humana, sino únicamente en el ultimo siglo y que mas allá de los cambios climáticos, estamos enfrentando el riesgo de extinción de cientos de especies e incluso la nuestra.

Este engaño por un lado tiene el objetivo de exculparnos por el deterioro que ha sufrido la naturaleza, pero principalmente intenta desviar la atención sobre el hecho de que estamos viviendo dentro de un sistema de producción y consumo insustentable para el planeta; y peor aun, cuya premisa lógica esta basada en la sobreproducción de objetos innecesarios que incentivan el consumo a través de su rápida obsolescencia, su rápido deterioro o en el peor de los casos el paso de las modas.

Evidentemente este sistema económico no toma en cuenta la cantidad de recursos que se consumen y desperdician en la producción de productos que rápidamente se convierten en chatarra contaminando todos los ecosistemas; sino que tiene como prioridad la rápida transformación de las materias primas en mercancías y en capital.

Un ejemplo de ello es el rápido relevo tecnológico, que no tiene otro objetivo que el impulsarnos a seguir comprando nuevos gadgets tecnológicos, siempre en búsqueda de lo mas rápido y lo mas eficiente, pero en el fondo sustentada sobre una lógica de consumo que nos permita estar “al día”. Habría que pensar cuantos basureros están llenos de cintas VHS y cuantos lo estarán próximamente de CDs y DVDs que tardaran siglos enteros (mucho mas que su vida útil evidentemente) en biodegradarse. Lo mismo podemos decir en cuanto muchos otros productos dependientes de la moda, tal como la propia industria del vestido.

En otro nivel esta también nuestro consumo alimenticio, que se ha orientado principalmente hacia el consumo de alimentos chatarra y carnes , que lejos de crear una población de personas bien nutridas ha creado una población de obesos. Y peor aun cuya producción esta lejos de ser sustentable. Tan solo cabe mencionar que el consumo actual de carne en una dieta promedio es 30% mayor que en décadas pasadas y hay que tomar en cuenta que por cada kilo de carne que consumimos, se gastan alrededor de 3,000 litros de agua. Este estilo de consumo alimenticio antes que nada tiene como prioridad la rapidez y la economía de su producción, pero en ningún punto la satisfacción de las necesidades nutricionales de cada persona.

El caso mas alarmante en todo esto está relacionado a nuestro consumo energético. Y tiene que ver con nuestra alta dependencia a fuentes de energía basadas en la combustión de diferentes materiales, que terminan siendo altamente contaminantes para el ambiente y que sin embargo constituyen el pilar de nuestra economía, así como una de las bases del desarrollo económico, tecnológico e industrial de nuestra sociedad.

El trasfondo de esta critica no es proponer el regreso a sistemas económicos o sociales retrógrados, sino mas bien apuntar a la propia obsolescencia del sistema actual. En este sentido habría que estar conscientes de que nuestra dependencia energética, y nuestra forma de consumo están ligadas a una forma de producción desarrollada en base a tecnologías hace tiempo superadas por nuevas alternativas que suponen la utilización de otras fuentes de energía, así como otras formas de producción sustentables para el medio ambiente.

En otras palabras estamos viviendo el mundo tecnológico actual basados en un sistema energético, económico y de producción propio de los años veintes del siglo pasado. Y que únicamente debe su permanencia a diferentes intereses geopolíticos y económicos. Estamos viendo el bloqueo de la puesta en marcha de nuevas opciones tecnológicas, por parte de diferentes gobiernos y compañías, con el objetivo de lograr substraer hasta la ultima ganancia posible antes de que sea demasiado tarde. El problema consiste pues, en que a ciencia cierta no existe nadie que pueda decir cuando sera demasiado tarde o si es que incluso no estamos en el punto sin retorno del deterior ambiental. Y en este sentido permitimos que cada día que pasa se juegue con nuestro futuro dentro de una ruleta rusa.

En este sentido creo que las opciones para enfrentarnos a esta crisis y tomar las riendas de nuestro propio destino van desde el consumo informado e inteligente, como premisa de una nueva cultura económica; pasando por el apoyo y utilización de tecnologías sustentables para el ambiente, hasta el propio activismo político por la liberación de nuevas tecnologías que permitan o mas bien obliguen a terminar con nuestra dependencia de los combustibles.

4 comments:

Ana Jácome said...

Eso no va a pasar. No hay camino para nuestra raza, vamos derecho al desastre y nadie nos lleva, vamos gustosos...

observer said...

no sé cómo he llegado a tu blog (creo que informándome sobre steve reich) y me ha gustado mucho, tienes intereses similares a los míos. un saludo desde España, y que todo vaya bien por allá! :-)

Larisa Escobedo said...

que aburrido blog. ya postea!!!

Anonymous said...

que hippie! que bueno! mira el Moore hizo una carta que tiene mucho que ver: http://www.huffingtonpost.com/michael-moore/goodbye-gm_b_209603.html