Wednesday, May 02, 2007

John Cage

Steve Reich


Karlheinz StockHausen

La música contemporánea o de vanguardia se entiende como una serie de trabajos realizados a partir de las nuevas teorías musicales y artísticas originadas durante el siglo XX. Las primeras obras contemporáneas nacen del rompimiento con las estructuras de composición tonal que predominaron desde el siglo XIX. Según la estructura tonal, la composición giraba alrededor de una nota conocida como tónica, en la cual se debía resolver el general de las progresiones armónicas y melódicas, creando momentos de tensión y de descanso a través de las progresiones y resolución musicales.
A principios del siglo XX Schönberg, crea el sistema dodecafónico que consiste en la creación de progresiones armónicas regidas por 12 tonos que pueden ser incluso cromáticos, lo cual permite una gran apertura para las composiciones contemporáneas.
Otra de las nuevas exploraciones de la música contemporánea viene con la búsqueda de nuevas sonoridades posibilitada por las nuevas tecnologías. Desde los experimentos con la radio, hasta la síntesis de sonido en computadoras. La música contemporánea busco ampliar el campo de lo sonoro, y así de alguna manera alejarse de los sonidos tradicionales de los instrumentos musicales ya conocidos.
Una tercera línea de exploración se da con el cuestionamiento que se hace en todos los campos del arte al papel de la obra de arte y del artista. Así en la música, por ejemplo se cuestiona el papel del virtuosismo en la interpretación musical a través de trabajos como los de John Cage, compositor relacionado con el movimiento fluxus, que vienen a admitir el valor del silencio en la música, así como introduce nuevos valores en la composición como el azar o la matemática, lo cual también pone en tela de juicio el papel del creador dentro de la obra de arte. Otro ejemplo de esto son los trabajos realizados por Xenakis con estructuras matemáticas, o el trabajo de los serialistas como Steve Reich o Terry Riley.
En los últimos años, se ha incluso llegado a la inclusión de la automatización dentro de la música creando composocisiones musicales a través de programación, en las cuales el azar no solo interviene en la estrucura musical, sino en la propia síntesis sonora de la pieza.



partituta de Xenakis




fractal de Maldenbrot



Siempre que pensamos en complejidad pensamos en estructuras donde confluyen un alto grado de elementos que vuelven casi ininteligible la estructura como un todo. Pero en realidad el concepto de complejidad apunta antes que nada a fenómenos que pueden describirse a través de una cantidad de leyes simples, que en su aplicación pueden llevar a resultados diversos e imprevisibles. Por contradictorio que esto suene podemos pensar por ejemplo en las estructuras fractales, como ejemplo de esto.
Las estructuras fractales se definen como silogismos que desarrollan una regla de iteración simple, pero que al paso de una serie de generaciones alcanzan una estructura de complejidad que asemeja lo orgánico, y que aun cuando pueden ser descritos a través de su modelo de generación matemático, el resultado final jamás será del todo predecible en tanto que representación.
Otros ejemplos de la complejidad están por ejemplo en el arte o la música, donde las estructuras de generación, normalmente parten de patrones lógicos simples, pero que sin embargo conllevan a resultados tan diversos como obras de arte existen.
La complejidad pues es un paradigma de pensamiento que no busca cerrar o ubicar los fenómenos (llamese, naturales, sociales, etc) en cuanto a su particularidad que entiende como única, abierta y en constante evolución, sino en tanto a las leyes que rigen el origen de estos fenómenos.

kosmos y kaos

juego de la vida de Conway
En la mayor parte de las culturas antiguas existe la noción de caos. Antes que nada este es entendido como un estado primigenio en el cual los elementos del universo se encuentran en desorden donde las fuerzas divinas de los dioses entran en juego, como una instancia de orden. En este sentido el concepto de Kosmos es entendido etimológicamente como orden y belleza.
Kosmos es pues el ordenamiento del universo, la forma en que se ordena el arriba y el abajo, así como el lugar del inframundo, lo terrestre y lo divino. El lugar de la muerte y el de la vida
Es curioso en este sentido que la desaparición de la mayoría de las construcciones cosmogónicas, aparezca de la mano de una cienticificidad que admite ya no poder encontrar leyes para regir el universo, y del pensamiento contemporáneo que se traza sobre la búsqueda de romper las construcciones metafísicas, dentro de las cuales se encuentran aquellas de orden y belleza.
Es precisamente aquí donde el caos retorna, ya no como una figura de lo primigenio, sino como una figura de la complejidad.
Un ejemplo de esta ruptura es la noción de equilibrio natural. Durante todo el siglo anterior se consideraba la existencia de un equilibrio natural de las cosas que era regla de los fenómenos naturales. Así pues la labor de los naturalistas, meteorólogos, biólogos, etc. era encontrar la ley de dicho equilibrio a través de un afán de clasificar el mundo.
En recientes trabajos científicos se ha descubierto que la vida, no es fuente alguna de equilibrio para su entorno, sino que todo lo contrario es fuente de desorden y caos. Esto se explica a través de la entropía, que es la tendencia natural de las cosas hacia el caos. Se dice pues que todo consumo de fuerza o energía es causa de un desordenamiento del entorno general donde se produce. Es en este sentido que el metabolismo de los seres vivientes genera una gran cantidad de caos para donde vive.

Se dice que el ser viviente no se puede definir únicamente a través de sus procesos, (como el crecimiento o la reproducción) sino también dentro de la noción de estructura como un metabolizador de grandes cantidades de energía y materia que confluyen en un orden temporal. Un ejemplo de esto es que el cuerpo humano se renueva periódicamente varias veces durante su existencia. La materia de la que estamos formados no es la misma de ninguna manera al principio de nuestra existencia que al final, lo único común a toda esta materia es pues el orden que la lleva a formar parte de nuestro organismo. Pero esto claro a un gran costo. Estos procesos de incorporación de nueva materia al organismo (ya sea que estos se conviertan en energía, o en una parte del organismo), son procesos que conllevan un gran consumó de energía y que como tal operan a través de un desordenamiento del entorno general. Es como si el precio a pagar por un pequeño orden en una estructura especifica fuera el de un desorden mayor en una estructura general.
Así pues la ciencia actual afirma que donde hay orden no puede existir la vida, y donde hay vida existe complejidad y caos, sea que estemos observando únicamente un organismo unicelular o un fenómeno sociológico.
Pero en este sentido es hora de reconocer la belleza en el caos y en las estructuras complejas y deslindar el concepto de belleza de aquello que se nos ofrece el orden como patrón único de belleza.